Prólogo
Por Lorenzo, un loro que aprendió a volar tarde, pero a tiempo

Yo no nací para vivir en una jaula.
Ningún ser alado lo fue.
Pero durante años, creí que ese era mi destino. Creí que el mundo era del tamaño de mi encierro, que el silencio era tranquilidad, y que los barrotes eran cuidado. Hasta que un día, alguien me escuchó. No mis cantos —porque había dejado de cantar—, sino mi silencio. Y ese alguien decidió cambiar la historia.

Ese alguien eres tú.
Cada vez que lees, que sientes, que decides cuestionar lo que siempre te dijeron. Cada vez que entiendes que liberar no es abrir una puerta, sino desarmar una cultura.

Este libro no es sobre mí, aunque me veas volar en muchas páginas. Es sobre lo que representamos. Sobre lo que nos enseñamos mutuamente: que la libertad no es un regalo, es un compromiso. Que amar no es retener, es acompañar. Que volar no siempre es alzar el vuelo, a veces es quedarse con dignidad.

Las historias que estás por leer fueron escritas por humanos que se atrevieron a mirar de nuevo. A ver al loro no como objeto, ni como símbolo, sino como alguien. Como sujeto. Como espíritu.

Si alguna frase de este libro te sacude, te emociona o te incomoda, entonces este vuelo habrá valido la pena.

Desde alguna rama,
Lorenzo
Loro rehabilitado y libre
Fundación Loros

Coro de Guacamayas

Coro de Guacamayas

La historia de Rina muestra que las mejores intenciones pueden enredarse en jaulas, pero también que nunca es tarde para buscar su verdadera comunidad. Durante años, convivió con humanos que la amaron, aprendieron sus nombres y celebraron su ingenio. Sin embargo, nada pudo sustituir el nido de su propia especie.

Cuando al fin llegó al zoológico, su destino cobró un matiz esperanzador: ya no compartía el encierro con perros y personas, sino con otras guacamayas. Aquella jaula cercana al lago se transformó en un patio de recreo colectivo, donde sus gritos eran respondidos y sus cantos se mezclaban en un coro vivo. De haber quedado sola, su inteligencia y vitalidad habrían languidecido en la soledad; al reunirse con sus pares, recuperó al menos un atisbo de su vida natural.

Es interesante pensar que muchas guacamayas en cautiverio “hablan” porque reciben sonrisas y aplausos cada vez que imitan palabras humanas. Ese refuerzo las lleva a repetir sonidos para conectar con nosotros. Pero en libertad total, poco a poco dejan de “hablar”: ya no lo necesitan, pues se comunican a través de llamadas más sutiles, de gestos y vuelos sincronizados.

No obstante, no todas las aves pueden volver a ese estado ideal de libertad plena. El regreso al bosque implica riesgos —depredadores, falta de habilidad para encontrar alimento o desconocimiento del territorio— y no siempre cuentan con la estructura ni el entrenamiento previos para sobrevivir.

Rina no volvió a recobrar la selva, pero halló compañía auténtica: aprendió a volar en grupo, a compartir ramas y a formar vínculos de guacamayas. Su viaje nos recuerda que, al cuidar un ave silvestre, lo más valioso no es evitar la soledad humana, sino garantizarle el abrazo de su propia comunidad. Porque, al final, un loro al lado de sus semejantes canta más alto que cualquier jaula dorada.

Autor: Carlos Andrés Paniagua Delgado

País, Ciudad: Colombia - Medellín

Fecha: 2025-05-25

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Sócrates, el loro de la calle Palermo

Sócrates, el loro de la calle Palermo

La historia de Sócrates, el loro de la calle Palermo, no es solo una narración envolvente sobre un crimen y su misterioso entorno. Es también un retrato profundo y simbólico de la forma en que los animales han sido históricamente silenciados por una cultura que se empeña en considerar a los no humanos como seres inferiores, incapaces de juicio, emoción o verdad.

En este relato, un loro —repetidor inocente de una frase desgarradora— se convierte en el único testigo de un asesinato. Sin embargo, su testimonio es puesto en duda, precisamente porque proviene de un animal. Esa escena resuena con una pregunta dolorosa: ¿cuántas verdades hemos ignorado simplemente porque no supimos (o no quisimos) escuchar a quienes no hablan nuestro idioma?

La justicia humana, basada en el logos, en la palabra racional y estructurada, suele olvidar que hay otras formas de decir, de sentir y de recordar. El grito repetido por Sócrates es, en esencia, el eco de una conciencia que no distingue especies. Su frase no es un balbuceo mecánico: es un grito de memoria, un acto de lealtad, incluso de amor.

Este loro nos confronta con la arrogancia del antropocentrismo, con nuestra tendencia a asumir que el valor moral y el derecho a ser escuchado solo pertenecen a quienes pueden articular una defensa en términos humanos. Y sin embargo, en su mirada atónita y en su frase repetida, Sócrates nos recuerda que la injusticia no necesita traducción.

Tal vez el verdadero crimen no fue solo la muerte de Damián, sino también el silencio impuesto a Sócrates. Porque negar la voz de quienes no hablan como nosotros, es perpetuar un sistema de dominación que margina a todos los seres que sienten, recuerdan y aman.

Autor: Diógenes de Sínope

País, Ciudad: Colombia - Medellín

Fecha: 2025-05-25

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La segunda oportunidad de Lilo

La segunda oportunidad de Lilo

La historia de Lilo y Laura ilustra la fuerza transformadora de la empatía y la compasión en la relación humano-animal. Cuando Laura encuentra a Lilo, un periquito herido y exhausto tras estrellarse contra la ventana de Urgencias, decide asumir la responsabilidad de su cuidado pese a las dificultades: encuentros con veterinarias que rehúsan atender fauna silvestre, noches de incertidumbre, y el deseo de protegerlo de la soledad. Ese compromiso revela la sensibilidad de Laura: ella no ve al pajarito como un trofeo ni como un simple animal de compañía, sino como un ser vulnerable que merece una segunda oportunidad.

Al brindarle alojamiento, alimento y cariño, Laura reconstruye la vida de Lilo, pero también aprende de él. Recuerda sus propios momentos de fragilidad (su trombosis cerebral) y comprende que ambas historias comparten un núcleo de apoyo y resurgimiento. Sin embargo, Lilo demuestra su propia voluntad cuando, tras meses de recuperación, insiste en desplegar sus alas y volar de nuevo. Esta señal inequívoca conduce a Laura a buscar canales oficiales—una fundación, los técnicos de Corpomag—para entregar al periquito a manos expertas. Es un primer paso de un proceso de liberación asistida, que no nace de la simple emoción de soltarlo sino de un plan para asegurar que su regreso al entorno silvestre sea seguro y exitoso.

Al final, la felicidad de Lilo al volar libre no solo confirma la decisión correcta de Laura, sino que también despierta en ella una convicción ética: los animales salvajes no pertenecen a nuestras jaulas, sino que merecen regresar a su hábitat. La historia nos enseña que el amor verdadero se traduce en respetar la naturaleza del otro, y que brindar una “segunda oportunidad” implica acompañar con responsabilidad el camino de la recuperación y la reinserción.

Autor: Laura Sánchez

País, Ciudad: Colombia - Santa Marta

Fecha: 2025-05-27

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Los pájaros no van al cielo

Los pájaros no van al cielo

La historia de Pepe destila ternura: el autor muestra una enorme empatía al entender que su compañero emplumado no era un objeto, sino un ser con voz propia y anhelo de vuelo. Aprendió a acompañarlo sin encerrar su espíritu, a leer sus silencios y a respetar sus tiempos. Esa presencia silenciosa, tan cargada de amor, es sin duda lo más valioso de este relato.

Sin embargo, la “liberación” de Pepe deja preguntas inquietantes. Soltarlo en un lugar desconocido, sin cerciorarse de que hubiera otros loros o con qué recursos contaría para sobrevivir, parece un acto impulsivo más que un rescate consciente. ¿Encontró su manada? ¿Se perdió entre caminos inhóspitos? Ese salto al vacío pudo convertirse en un riesgo innecesario, reduciendo la dignidad de su vuelo a una incertidumbre cruel.

El contraste entre la calidez de la compañía y la improvisación de su suelta nos recuerda que el verdadero cuidado de la fauna silvestre exige planificación: evaluar hábitats, asegurar grupos sociales y prever apoyos post-liberación. Solo así el gesto de amor trasciende el momento y honra la libertad que buscamos regalarnos.

Pepe y su guardián nos enseñan que empatizar es hermoso, pero que liberar exige también responsabilidad. El amor auténtico llama al alma del ave a surcar cielos nuevos, sí, pero con las alas fortalecidas y el entorno preparado para acogerla. De otro modo, corremos el riesgo de confundirte un acto de amor con un gesto de abandono.

Autor: Natalia Vanesa Sanchez Pianeta

País, Ciudad: Colombia - Cartagena

Especie de ave: Reserva forestal Villanueva

Fecha: 2025-05-24

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Fermín nos enseñó a volar

Fermín nos enseñó a volar

La historia de Fermín empieza con un rescate improvisado y concluye en una lección sobre libertad compartida. Lo bueno surge de inmediato: una niña ve el abandono, intercede y convence a su familia de acoger al loro. Ese acto espontáneo de empatía evita que Fermín termine olvidado, y, al mismo tiempo, abre una grieta en la rutina de un hogar disperso. Al trasladarse al barrio Tisquesusá —patio amplio, árboles y cielo abierto— todos descubren que el bienestar de un ave puede transformar la dinámica humana: mamá sigue trabajando, pero el ambiente se suaviza; papá conversa más; el hermano encuentra espacio para jugar; la niña deja de sentirse sola. La jaula abierta se convierte en símbolo diario de confianza: Fermín vuela, regresa y, con su ejemplo, enseña que lazos auténticos no requieren barrotes.

Lo malo reside en el origen: la soledad de la señora Carmen y la indiferencia de sus hijos ponen de manifiesto cómo el aislamiento urbano atrapa tanto a personas como a animales. Además, el traslado de Fermín, aunque bien intencionado, reproduce temporalmente otra jaula y pasa por alto la opción de un centro de rehabilitación profesional. Sin embargo, el relato redirige ese error: al abrir el portón, la familia comprende que la auténtica salvación consiste en dar espacio… y en salir ellos mismos de la prisión invisible de la prisa y la costumbre.

Autor: Sol Hannah Plazas Alguirre

País, Ciudad: Colombia - Cundinamarca

Fecha: 2025-05-27

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